De un día para otro pasó de ser un juego a ser la representación de nuestro hogar a nivel nacional.

En una clase normal de robótica se nos pidió un proyecto relacionado a una problemática social por equipo y se contaba sólo con un mes para realizarlo, algo fácil, eliges a tus amigos y juegas un poco en el proceso mientras aprendes una técnica nueva. Tomamos como base las ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) para elegir un tema, se hacen un par de cosas algo tediosas como elaborar reportes y tomar fotos y los proyectos quedaron listos. Sólo era cuestión de exponer ante jueces y compañeros en un evento local, pensamos.

El día del evento nos dijeron: “¡FELICIDADES! Son ganadores nivel Plata, se van a Guadalajara”. Claro que la sorpresa fue enorme, ya que aunque nos motivaron todo el mes con ir a Guadalajara no esperábamos realmente obtener una acreditación para asistir al siguiente nivel: “Infomatrix - Neuromatrix México 2024”, es decir, competir con estudiantes de otros estados de la República.

De los 13 equipos que estuvieron con la maestra Adriana Ramirez  (docente STEM) sólo 2 obtuvieron esta oportunidad, sólo 5 personas de toda la Secundaria 23 SNTE en Valle de Pedregal: Christian Guerrero y Daniel Pérez bajo el nombre de “Never give up” en la categoría de Arte y Diseño digital; Miguel Amaya, Alexa Gaxiola y Claudia Mejía con el proyecto “Lo que no quieren ver” en la categoría de Animación.

Y de nuevo contábamos con un mes para afinar detalles y obtener los recursos para viajar. Para la mayoría de mis alumnos era el primer vuelo así que los nervios se hicieron presentes. Al viaje fueron los 5, claro está, les acompañó la subdirectora de la escuela, Diana García y yo, su maestra del taller STEM; debíamos asistir a la escuela UVM campus Guadalajara Sur en Guadalajara, Jalisco, por 4 días que fueron del 24 al 27 de Abril. Se sentía un poco cardíaco ya que teníamos poco de regresar de vacaciones de Semana Santa y había muchos pendientes escolares.

El día llegó y nos fuimos, con un par de camisetas y todo el entusiasmo del mundo en la maleta, tomamos viaje a Tijuana para de ahí llegar a Jalisco.

Llegar a otro estado fue grandioso, otro clima, mucha vegetación y sobre todo mucho por explorar, incluso en la competencia misma fue toda una experiencia por la cantidad de personas que venían de diferentes partes del país, tanto por aprender de ellos. Después de exponer nos tomamos el tiempo para acercarnos a los demás participantes y aprender de sus proyectos; en un principio nos sentimos intimidados porque parecían expertos en lo que hacían, para la mayoría no era su primer competencia como lo fue para nosotros, pero aún así disfrutamos esos días.

Mis alumnos dieron lo mejor de si mismos en cada exposición que hicieron y se fue mejorando a partir de lo que fuimos aprendiendo en cada ocasión, por lo que nos sentimos contentos con nuestros resultados.

El día importante llegó y los nervios de nuevo se hicieron presentes, sin embargo no fue lo que esperábamos, “Ganadores a nivel Bronce” dijeron, esto fue sólo para un equipo: Never give up. En un principio se sintió muy bien saber que obtuvimos otra medalla pero el resto de los que íbamos sintieron que su esfuerzo no valió la pena. Las lágrimas fueron las protagonistas ese día, primero fue tristeza y algo de rabia por no llegar más lejos, pero después se convirtió en alegría tras tantas palabras bonitas que los alumnos recibieron de parte de sus  familias. Tras unos momentos hablando con nuestra maestra y después de recibir las felicitaciones de nuestros padres a distancia nos dimos cuenta de lo importante que fue para ellos por el mero hecho de haber viajado a Guadalajara.

No fuimos sólo a representar un proyecto ni fue sólo un premio cualquiera, fue representar a nuestro estado y a la escuela recibiendo un nivel bronce a nivel NACIONAL en nuestra primer competencia. Y aunque en un principio fue desalentador el resultado, no pensamos rendirnos; en un futuro no muy lejano esperamos llegar más lejos, con nuevos proyectos y más experiencias obtener mas logros gracias a los aprendizajes obtenidos en esta competencia.

Algunos de mis alumnos continuarán sus estudios en preparatoria, pero se pretende seguir juntos y con la esperanza de que su maestra les acompañe. Los estudiantes aprendieron temas importantes, desarrollarons su creatividad y ciertas habilidades en el área de la tecnología, conocieron personas de otras partes de México y se crearon nuevos vínculos.

"No sólo fuimos a competir, cambiamos y nos transformamos, aprendimos de nosotros y en el camino se obtuvieron premios, pero el mayor premio fue ese que no podemos ver pero nos hizo crecer" Mencionó uno de los integrantes del equipo.

“Como asesora fue mi primer experiencia en una competencia de este nivel, fue una responsabilidad enorme pero nunca bajé la cabeza. Para mí más que estudiantes son como hijos, personitas que necesitan de tu apoyo y consejos para desenvolverse en un mundo desconocido, darlos todo por ellos era muy importante, todo el esfuerzo y tiempo dedicados a ellos fueron como una inversión para sus futuros. Confío plenamente en que estoy educando a personas de bien, enseñándole a futuros ingenieros y licenciados que en algún momento me superarán en conocimiento. Estoy orgullosa de ellos desde el momento en que tomaron la decisión de entrar a la competencia, desde la primer etapa, desde que sólo hacían bocetos en una hoja blanca y preguntando cómo se hacía tal o tal cosa. Esas medallas que ahora cargan son sólo una muestra de todo lo que pueden llegar a hacer y espero sean sólo las primeras de muchas que obtendrán a lo largo de sus vidas”. Adriana Ramirez, maestra STEM.